Nos dispusimos para emprender la aventura de los peregrinos, ligeras de equipaje, capaces de atesorar lo esencial que se va encontrando en el camino. Decidimos dejar las prisas y empezar a caminar. Peregrinas todas Hijas de María Auxiliadora, llegadas de tantas partes: Argentina, África, Cuba, Uruguay, Costa Rica, Chile, Ecuador, España, Estados Unidos, Honduras, México, Paraguay, Perú. Salvador.

Iniciamos nuestra travesía en el corazón de la Iglesia y del Instituto: Roma, Asís, Turín, Mornés, Nizza, Florencia y Pisa, nos condujeron por un camino que nos llevó al ENCUENTRO, un encuentro intergeneracional e intercultural que nos colmó de riqueza, que amplió los horizontes, que desbordó el corazón, y nos dejó la alegría de sabernos UNA SOLA FAMILIA, comunidad de hermanas.

Estar en Turín en Mornés, tierras de milagros, hemos bebido del agua pura que no se estanca, que siempre fluye, que da vida, esta es la fuente de nuestros fundadores San Juan Bosco y Madre Mazzarello.

Ver, sentir, tocar, orar, compartir, permanecer y recorrer sus caminos…, caminos de fatiga, caminos de heroísmo, caminos osados, caminos de amor, y santidad, que no dejan el corazón igual y nos hace experimentar junto con San Pablo que llevamos el tesoro del Carisma en vasijas de barro y nos desafía a continuar haciendo fecundo este precioso legado de un Carisma que ha trascendido las fronteras.

Ha sido una invaluable experiencia formativa en la que continuamos formándonos para el encuentro, Deseamos continuar caminando en ese dinamismo que Dios da cuando el corazón está en sintonía con Él.

Agradecemos a Sor Leonor y a nuestra Inspectoría este torrente de gracia, a Sor Carmen Figueroa, Sor María Helena Vargas y el Padre Miguel Castillo acompañantes del Camino y a las 39 Peregrinas FMA con quienes construimos la Comunidad Mornesina.